miércoles, 26 de enero de 2011

Conversación 2: Andando ilusiona

--Te estoy hablando de la rabia. De la que pasó por aquel  lado... ¿Por qué no vas a buscar su negrura que tanto, como se ve, te está gustando?
--No me da gana. Mejor claridad sería.
--El oscuro resbala sobre un techo inclinado.
--Que resbale, no me importa su desliz.
--Tanto escape me enoja. Máscara podrida.
--Enojate nomás que quien finge no soy yo.
--Tampoco estoy mintiendo.
--¿Y quién dijo que es mentira el fingir?
--Ultimamente te digo, ni más ni menos acá, ahora, y qué más.
--Que por otra huella ando.

sábado, 22 de enero de 2011

Conversación 1. A la sombra de los juanes

--Así fue que me sucedió, andaba debajo de un árbol, en la siesta de sueño, el mediodía refrescado por la sombra impresionista.
--He tenido los momentos y los días en que pueden desfilar por esos vislumbres móviles,  estados diversos de emoción y de razón donde vienen las conjeturas con mezcla de tristeza, nostalgia, el amor, desamor, orgullo y  prejuicio.
--Me dormí con ese ritmo acusado por un pájaro que no paraba de silbar.
--¿Quedó algo?
--Un mapa y una pregunta: eta shcuola ili universitiet?  Una mujer quería saber, era un edificio francés montado sobre un mapa. Y cuando yo decía “est-il…? me dijo que no tenía que confundirme con los artículos, y yo pensaba a qué diablos de artículo se refería cuando yo sólo había esbozado un miserable pronombre encima en tercera impersonal persona.
--¿Y qué le contestó, usted?
--Que tenía un diario, diario de esos que les dicen íntimos y otro de páginas grandes con fotos de alguien que se llamaba Juan Juan, doble salió, un viejo o algo así, rescatado, en la página del diario otro, y con palabras y sonidos lejanos en el diario escondido.
-- Ese, del que suele decirse que es para uno, secreto, en los cuales lo que uno quiere es embellecerse, o encanallarse o execrarse, siempre en altura de bien o mal, para el caso da lo mismo porque lo que importa es el personaje que uno cree que van a ver quienes lean ese diario que poco tiene de asunto reservado o pudores.
--Así propiamente. La cosa es que después de revolver los papeles que se me habían mezclado, me encuentro con la foto grande de Juan Juan, que rebotaba en ecos canturreando John- John, Jean-Jean, Iván-Iván, así como de fondo del Juan-Juan insistente.
--¿Demoró mucho? En encontrar, digo.
--Hasta ahora sigo, y no me pregunte más que el cansancio es grande de tanto rebuscar los juanes, los john, los jean y los iván. Y por eso de los acordes lejanos, aquí me queda uno, y siguen los otros rondando, muchos y nada parecidos.

viernes, 7 de enero de 2011

Apunte 4 Las palabras dobles


Conceder


Extasis de Santa Teresa de Bernini
Foto: S.C.

Así en andares y trabajosos días
desensillado el bruto
sin estar en mí diría o diciendo como la mujer
cuya fuerza piedra hizo y moradas
en el indetenido paso por árida tierra
y palabras extremadas
para abrazar el indecible amor punzante
hecho luz y oro fundidos
por artista ejemplar.

lunes, 3 de enero de 2011

Apunte 3 Las palabras dobles

Contemple

Alcanza un sol de rutina
en las cenitales doce del mediodía
para acertar el nudo de la bestia latente
y darle a su oscuro luz precisa.
En un solo estirón fibroso
el brazo acomete su destino
por llegar a querencia ardida.
De lejos atisbando el extenso afán
Alcanza un sol de rutina.  

domingo, 2 de enero de 2011

Apunte 2 Incierto amanecer




Qué hora, tal vez no exacta
o dispersa en la nomenclatura
se hizo testimonio material
Una hora, tal vez no exacta
Tal vez varia en nomenclaturas
se hizo testimonio material
Nuevo año, nuevo día. HorA

Líneas trashumadas de luces agónicas
en fatuo árbol
desnutrido de fantasmas de navidades pasadas
de interpelantes nacimientos en presente profecía
de dedo señalador al turbio porvenir

Sin fulgores de luces, que inocentes o ridículas,
se adaptaron sabias o miserrímas
a la condición cegada y sorda
para no ver ni sentir ni escuchar ni recibir
el al menos ínfimo mensaje que dijera
Oh, estás y estuviste y deseamos que estés
como en una camiseta con leyenda
invocando al lejano ausente abuelo
que partió y en amanecer siniestro fue humo y recuerdo vivo

Inmortal ceniza a preservar quien sabe o puede

Una noche, de susurros, de gritos, de música y gateos silenciosos
o trashumantes de los invencibles animales misteriosos
que van de su rincón mullido a la aventura de los abismos
Y vuelven, como si nada, a sus abrigados refugios, a la voz reconocida
Dulces pasos, de no ser que el animal convoca a los santos fenecidos

Y no alienta su espuma sino criminal partida,
Cuchillo y robo en la esquina
Ruta de los extremos, omnímoda cesura
para desastrar las anchas calles donde anidan
los cómodos aguantaderos, las terrazas bienvenidas
en las que una luna cuarto creciente escondida
tras la torre de descampada iglesia
cumple su órbita en ascenso y llega
hasta celestial madrugada de un día
en que lejanos hombres contemplan
tránsito y milagrosa elevación
del habitual giro
en malcontados años de terrestres melodías.