Qué belleza, Susana, qué belleza. Voy a seguir chusmeando este bosque de letras que estás construyendo. Yo, desde Pepperland, te mando postales de aire y una fresca lectura. Me quedé un poco en silencio, debería poner los pies más en la arena, pero ya sabés cómo están los tiempos. Hay guerras de tiempos (escribí por ahí sin entender mucho.)
¿Te dije que admiro tu pluma? Sí, creo que sí, pero te lo vuelvo a decir. Tus palabras son hermosas. Laten y juegan. Viajan y no vuelven de una: están como más allá de este precipicio mundano, se quedan precipitadas en un árbol-garganta (¡aguasvivas!) hasta llenarse de aire... y luego, como el despliegue de un barrilete propulsor de una voz sin tiempo: llegan, acá llegan, ¿ves?, al alma (por no decir a esa cosa rara que tiene como ojos y no lleva nombre en realidad, pero sabemos que se mueve lado a lado). Una medusa, dos medusas, tres medusas, cuatro medusas. Cuatro medusas beatleras.
Te mando un abrazo cronópico, Agus (Pepper, Peperina, Medea, uff...). Y eso que siempre dije que mi YO, es decir...
Qué belleza, Susana, qué belleza. Voy a seguir chusmeando este bosque de letras que estás construyendo. Yo, desde Pepperland, te mando postales de aire y una fresca lectura. Me quedé un poco en silencio, debería poner los pies más en la arena, pero ya sabés cómo están los tiempos. Hay guerras de tiempos (escribí por ahí sin entender mucho.)
ResponderEliminar¿Te dije que admiro tu pluma? Sí, creo que sí, pero te lo vuelvo a decir. Tus palabras son hermosas. Laten y juegan. Viajan y no vuelven de una: están como más allá de este precipicio mundano, se quedan precipitadas en un árbol-garganta (¡aguasvivas!) hasta llenarse de aire... y luego, como el despliegue de un barrilete propulsor de una voz sin tiempo: llegan, acá llegan, ¿ves?, al alma (por no decir a esa cosa rara que tiene como ojos y no lleva nombre en realidad, pero sabemos que se mueve lado a lado). Una medusa, dos medusas, tres medusas, cuatro medusas. Cuatro medusas beatleras.
Te mando un abrazo cronópico,
Agus (Pepper, Peperina, Medea, uff...). Y eso que siempre dije que mi YO, es decir...